¿Debemos proporcionar una renta básica universal de emergencia a todos, o sólo a aquellos que lo necesitan?
La cuestión de la condicionalidad de las ayudas frente a la plena universalidad en un momento de crisis
Lo que ha sucedido en los últimos días con una velocidad asombrosa es la casi certeza de que en un futuro muy próximo, los Estados Unidos van a empezar a enviar cheques de valor aún no definido a una población aún no definida. Como defensor de una renta básica universal desde 2013, aplaudo este creciente consenso de “rescate en efectivo al pueblo”, sin embargo, quisiera destacar que lo que más importa en este momento, como en el caso de la RBU en general, es la incondicionalidad/universalidad del pago. En otras palabras, los cheques deben ir a todos, sin excluir a nadie, y aún cuando esto pueda parecer un derroche o innecesario, permítanme explicarles por qué debe formar parte de cualquier proyecto de ley que se promulgue para la RBU de emergencia o la RBU permanente.
Hay tres razones principales por las que el dinero debería ir a todo el mundo: inmediatez, reducción de errores y cohesión social. La gente necesita los cheques lo más rápido posible. Todos los que necesitan los cheques deberían recibirlos. Y la distribución de los cheques debería dejar a los ciudadanos con la sensación de que el gobierno realmente funciona. Con estos tres criterios cumplidos, los estadounidenses pueden finalmente llegar a entender por qué esta nación debería haber adoptado la RBU hace décadas, si no siglos.
En primer lugar, la justificación más importante para la plena universalidad en este momento trata fundamentalmente sobre el tiempo. El reloj sigue corriendo. Estamos en medio de una pandemia mundial. Se le está pidiendo a la gente que se quede en casa para aplanar la curva y evitar que nuestro sistema de salud se vea sobrepasado. Esto es lo correcto para salvar vidas, pero los resultados son financieramente devastadores ya que el 70% de los consumidores en esta economía de consumo, reducen dramáticamente su consumo. La gente ya está perdiendo sus trabajos a diestro y siniestro. Los negocios están cerrando. Los trabajadores autónomos están viendo como sus ingresos se desvanecen. El primero de mes está a menos de dos semanas. Nuestro objetivo principal debería ser poner el dinero en manos de la gente que lo necesita desesperadamente tan rápido como sea posible, especialmente para que todos los que están enfermos puedan ponerse en cuarentena. Eso significa seleccionar una cantidad fija de dinero y enviársela a todos.
La respuesta inmediata a esto es, “¿A todos? Pero la gente rica no lo necesita”. Y resulta totalmente lógico, pero en la práctica, esto es lo que sucede. Primero, tenemos que discutir sobre lo que significa “ser rico”. ¿Qué número es ese? ¿Son 100.000 dólares? ¿Es un millón de dólares? ¿Está en algún punto intermedio? Digamos que decidimos arbitrariamente que son 100.000 dólares y ahí es donde trazamos la línea. Ahora que la línea ha sido trazada, tenemos que comprobar a cada persona en el país para determinar a qué lado de la línea está. Además de tener que discutir sobre la mejor manera de hacerlo, tenemos que dedicar el tiempo y los recursos necesarios para hacerlo. También tenemos que castigar a la gente que miente para poder obtener para el cheque. Eso significa más tiempo y recursos gastados por el camino.
La forma más rápida posible de hacer llegar dinero a la gente es decidir un número y enviarlo a todo el mundo sin ninguna condición. Esta estrategia ahorraría semanas y miles de millones de dólares. Y lo más importante, literalmente salvaría vidas.
La segunda razón más importante para la plena universalidad es la necesidad de eliminar los errores de exclusión. Esencialmente, siempre que trazamos una línea para dividir a las personas “merecedoras” y “no merecedoras”, introducimos dos tipos de errores. El primer tipo de error es un falso positivo. Es cuando alguien pasa la prueba y no debería haberlo hecho. El segundo tipo de error es un falso negativo. Es cuando alguien falla la prueba y debería haberla pasado. Esto es lo que significan estos errores en términos humanos debido a la línea que trazamos. Una persona recibirá un cheque que no necesitaba realmente. Otra persona que lo necesitaba desesperadamente no recibirá el cheque. El primero podría ser visto como innecesario mientras que el segundo podría ser fatal. Hay gente que podría morir. Estos errores ocurren todo el tiempo en todo el mundo.
Un estudio de ayudas condicionadas en 30 países encontró un promedio de error sorprendentemente alto. Si su objetivo fuese llevar comida a los desnutridos, ¿piensas que condicionar la asistencia a los que están en el 40% inferior se traduciría en una asistencia a la mayoría de los desnutridos? Puede que lo pienses, pero según el estudio, te faltaría un enorme 50% de ellos. Otro estudio con 38 programas de ayudas en 23 países encontró que apuntando a la pobreza se excluye entre el 44% y el 97% de las personas a las que los programas están destinados a llegar. Así de fácil es trazar una línea y dejar fuera a la mayoría de las personas a las que quieres ayudar.
Piénsalo de esta manera. Ahora mismo, estamos todos atrapados en una habitación de la que no podemos escapar y el agua está subiendo. No tenemos ni idea de quién se ahogará primero. Por lo tanto, lo único que tiene sentido es asegurarse de que todos tengan un chaleco salvavidas. ¿A quién le importa si un buen nadador consigue uno que no necesita como resultado de asegurarse de que nadie se ahogue? Si es posible salvar la vida de quienes de otra forma se ahogarían, esa debería ser nuestra principal prioridad.
Además, una vez pasado el peligro, nada nos impide pedirle a un buen nadador que devuelva su chaleco salvavidas. Ya tenemos un sistema para hacerlo. El año que viene vendrá la época de los impuestos, sólo hay que gravarlos más. Es una comprobación a posteriori que no requiere tiempo o recursos adicionales porque de todos modos, todo el mundo paga sus impuestos cada año.
¿Han escuchado la frase, “Matadlos a todos, Dios reconocerá a los suyos”? Bueno, pues este es el enfoque opuesto con el objetivo de salvar vidas y tiempo. “Páguenles a todos y dejen que los impuestos los solucionen”.
Por último, la razón por la que la universalidad completa es tan importante va más allá de la conveniencia e inclusión de todos los necesitados. También se trata de nuestro objetivo constitucional por “una Unión más perfecta“. Lo que los políticos no se dan cuenta es que las líneas divisorias que insisten en dibujar erosionan la confianza en la institución del propio gobierno. Esto no es un efecto menor. Es bastante grave en realidad. Un experimento ingeniosamente diseñado en Pakistán encontró que sentirse pobre, sin importar el ingreso real, puede llevar a una gran disminución del apoyo al gobierno entre aquellos que no reciben ayuda.
El efecto es tan grande que cuando trazamos una línea entre los “merecedores” y los “no merecedores”, los que reciben ayuda obtienen un aumento de 0,6 puntos porcentuales en la satisfacción del gobierno, mientras que entre los que no reciben ayuda, su aprobación con el gobierno cae en picado en 10,5 puntos porcentuales. Esto significa que en una situación como ésta, en la que una pandemia está haciendo estragos en nuestras vidas y en nuestra economía, cuando nuestro objetivo es ayudar a la gente necesitada, y elegimos trazar una línea para excluir a la gente, en realidad erosionamos masivamente la fe de la gente en el gobierno, porque el impacto negativo de no obtener ayuda puede ser 17,5 veces más fuerte que el impacto positivo.
La universalidad completa significa que evitamos cualquier gran disminución en la satisfacción con el gobierno y en su lugar vemos aumentos positivos en todos los ámbitos. En lugar de que algunas personas sean felices y otras extremadamente infelices, todo el mundo es feliz. Esa satisfacción puede entonces hacer otras cosas más factivles. Por ejemplo, tal vez la razón por la que no tenemos ya asistencia sanitaria universal es porque nuestra insistencia a largo plazo en la comprobación de las condicionalidades por encima de la universalidad ha dado lugar a que algunas personas estén extremadamente enfadadas con el gobierno hasta el punto de pensar que el gobierno no puede hacer nada bien.
La lección aquí debería ser simple. No excluyan a nadie, especialmente en una emergencia en la que el tiempo es esencial y en la que los errores de exclusión pueden ser fatales.
Nuestro séptimo presidente, Andrew Jackson, dijo una vez: “No hay males necesarios en el gobierno. Sus males existen sólo en sus abusos. Si se limitara a una protección igualitaria, y, como el Cielo hace sus lluvias, derramase sus favores por igual en lo alto y en lo bajo, en los ricos y en los pobres, sería una bendición incondicional”.
Todos los miembros del Congreso deben comprender que su cabezonería por que la renta básica de emergencia sea condicionada, va a retrasar enormemente la llegada de ese dinero destinado a salvar vidas, va a excluir a las personas que de hecho lo necesitan y perjudicar la forma en que los ciudadanos ven la institución del gobierno entre los excluidos.
Toda nuestra economía está en llamas. No necesitamos perder semanas en encontrar el número exacto de camiones de bomberos y a qué vecindarios enviarlos.
Lo que necesitamos es hacer que llueva.
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Artículo de Scott Santens: https://vocal.media/theSwamp/should-we-provide-emergency-universal-basic-income-to-everyone-or-just-those-who-need-it
Traducido por: Carlos M. Arias
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