Iniciativa Ciudadana Europea https://www.rentabasicauniversal.es Una idea cuyo tiempo ha llegado. Para ser realmente libres y poder planificar nuestras vidas a largo plazo es necesario garantizar la satisfacción de las necesidades básicas. Mon, 06 Dec 2021 02:10:22 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.8.10 https://www.rentabasicauniversal.es/wp-content/uploads/2018/09/cropped-logo-small-32x32.png Iniciativa Ciudadana Europea https://www.rentabasicauniversal.es 32 32 Renta básica universal: un debate que se abre camino hacia Europa https://www.rentabasicauniversal.es/2020/09/15/renta-basica-universal-un-debate-que-se-abre-camino-hacia-europa/ Tue, 15 Sep 2020 00:24:53 +0000 https://www.rentabasicauniversal.es/?p=6775

Activistas de diversos países alientan una iniciativa ciudadana para llevar la propuesta de una renta básica universal e incondicional a las instituciones europeas. Mientras, integrantes de diversos colectivos explican cómo cambiaría su existencia disponer de un ingreso mensual garantizado al margen del empleo.

Por Sarah Babiker en El Salto Diario
 

Un millón de firmas, un millón de apoyos de un millón de personas que tengan la certeza de que es hora de debatir a nivel europeo la necesidad de una renta básica universal e incondicional, individual y de cuantía suficiente. Eso es lo que persigue la Iniciativa ciudadana europea para la renta básica incondicional que el 25 de septiembre arrancará con una campaña a nivel comunitario para que lo que es una discusión presente en los medios, la academia, las calles, o los movimientos sociales, aterrice finalmente en las instituciones europeas y sea abordado y traducido en políticas.
 

“Esta iniciativa ha partido de activistas de la Renta Básica Incondicional procedentes de diferentes países europeos como Alemania, Austria, Hungría, Bulgaria, España, Francia, Italia, Finlandia, Portugal, formando el Comité Ciudadano Europeo por una Renta Básica Incondicional”, explica Mayte Quintanilla, integrante de Humanistas por la Renta Básica, un colectivo muy activo en esta ámbito, también en el contexto europeo. Quintanilla estima que el actual es un buen momento para escalar este debate a Bruselas: “El concepto se conoce más. De hecho en los últimos años se ha hablado más de Renta Básica Incondicional que en todo el resto de la Historia de la Humanidad. Hay mucho más activismo y más colectivos que ponen su esfuerzo en la difusión y conocimiento de esta medida económica”.
 

La Red Renta Básica tiene una larga trayectoria en la lucha por esta herramienta redistributiva en España. El economista y miembro de la red Julen Bollain considera que la introducción de una renta básica a escala europea sería buena para la población, buena para los Estados y buena para la institución europea: supondría una redistribución de la riqueza a escala comunitaria que “más allá de garantizar la existencia material de la ciudadanía, permitiría que todas las personas que aquí vivimos nos beneficiemos por igual de la riqueza generada gracias a la integración europea”.
 

Para Bollain, sería una forma de abordar la desigualdad desde un enfoque amplio, algo que permitiría “reducir de manera significativa algunos de los factores para la migración dentro de la Unión Europea, evitando así el efecto negativo de la ‘fuga de cerebros’ en determinados países”. Además, podría implicar una “inyección de legitimidad en una institución puesta en entredicho por sus pulsiones austeritarias”.
 

No es la primera vez que se intenta llevar el debate a la arena europea. En 2013 hubo otra iniciativa similar. Carlos Arias, un defensor de la renta básica no adscrito a ningún grupo pero dispuesto a caminar con cualquiera que impulse la medida, estaba allá entonces. Cuenta cómo en aquella ocasión se consiguieron 300.000 firmas. Después, siguiendo la ola, se presentó la ILP en España, registrándose 185.000 apoyos, cuando eran necesarios medio millón.
 

Más allá de que ambas intentonas no alcanzaron su objetivo cuantitativo, Arias no considera estos precedentes como un fracaso: la renta básica era poco conocida entonces y, además, se formó la red europea que, tras años de difusión y otras actividades en segundo plano, ha emergido de nuevo para volver a dar la batalla europea.
 

Hace un par de años, relata, se volvieron a activar las ganas ante la intensificación del debate y las noticias sobre nuevos experimentos que iban saltando a la agenda pública. Fue ahí cuando se empezó a fraguar la posibilidad de una segunda campaña que, considera, llega en un momento propicio: a la precariedad generalizada, se le suman otros factores como —en el caso español— los problemas en la gestión del IMV que han puesto sobre la mesa para muchas y muchos los límites de la condicionalidad, y la emergencia sanitaria. Además, apunta, ahora es mucho más fácil, en términos técnicos, recoger firmas.
 

“El covid ha catalizado con fuerza toda la incoherencia de un sistema inhumano que pone el valor material por encima de las personas, y que permite la apropiación indebida de los bienes que son de todos”, apunta en este sentido Quintanilla. Si tras esta constatación consiguen movilizar el millón de firmas que, explica, deben proceder al menos de siete países europeos diferentes superando un mínimo por país, “la Comisión y el Parlamento Europeos habrán de conceder audiencia a los representantes promotores de la ICE, y después tendrán que pronunciarse sobre la propuesta y en caso positivo concretar qué medidas van a adoptar al respecto”.
 

Conscientes de las limitaciones de Bruselas para guiar o empujar a los estados en ese camino, la aspiración es, también, ampliar base, un aumento del debate, una extensión del activismo, con el fin, explica Quintanilla, de “que los pueblos comprendan que tienen derecho a vivir y a desarrollarse como personas, independientemente del hecho de que tengan o no un empleo. Que los pueblos reclamen su parte de la riqueza como legítimos propietarios de la misma. Y entendemos por ‘riqueza’, no sólo los bienes materiales que hay en el mundo, sino también el conocimiento, los avances tecnológicos, y el fruto de los mismos, que son legítima herencia del esfuerzo y la inteligencia de toda la especie humana a lo largo de su historia”.
 

Tener acceso a la riqueza común más allá del empleo, es para Bollain imprescindible, se trata de una “condición para la libertad de toda la ciudadanía”. Una transformación que desafíe la austeridad, “los postulados emergentes de 2008” que Bollain considera que ya se empiezan a cuestionar, pero no lo suficiente. Después de todo “aún no se ha dado pasos definitivos hacia la erradicación de la pobreza. Si Europa quiere un proyecto robusto y con legitimidad, deberá apostar por políticas solidarias que realmente protejan a su población”.
 

POBLACIÓN DESPROTEGIDA

Según el Eurostat, casi un 17 % de la población europea está en riesgo de exclusión y pobreza. En España, en el último informe AROPE; previo a la emergencia económica consecuencia del coronavirus, ese número se elevaba al 26% de la población. La población “desprotegida” es muy amplia: casi una de cada cinco personas a nivel europeo, y más de una de cada cuatro a nivel nacional. Ciudadanas y ciudadanos privados de sus derechos económicos. Una desprotección que opera a la hora de cubrir necesidades básicas, ante los imprevistos de la existencia o frente a empleadores que aprovechan la necesidad para ir estrechando los derechos laborales. Muchos de los colectivos que aglutinan las luchas a favor de la población desprotegida no han oido en profundidad hablar de la renta básica universal, y es difícil que se posicionen colectivamente. Sin embargo, la idea va calando en parte de sus activistas que ponderan las potencialidades de esta medida.
 

Pilar lleva toda la mañana para arriba y para abajo contestando a compañeras que lo están pasando mal y que como ella, trabajan —cuando pueden— como camareras de piso. En sus años de activista en las Kellys de Asturias está muy familiarizada con un triste fenómeno: El nulo poder para negociar con el que se cuenta, ante una patronal ávida, cuando lo único que se puede poner sobre la mesa es la imperiosa necesidad de trabajar. También conoce la inseguridad vital que genera el no saber si te contratarán o si tendrás recursos el mes que viene. Por eso, destaca que una renta básica universal “te da una tranquilidad de decir que tienes un dinero ahí para cualquier imprevisto que te pueda surgir. Para comer y sobrevivir”, si bien muestra recelo ante la posibilidad de que la gente al cobrar ese ingreso desista de trabajar, considera que “ahora mismo, como está el país, vendría muy bien, porque hay muchísima gente con muchas necesidades que no pueden abastecerse ni para llenar la nevera ni para pagar la luz”.
 

Tranquilidad y seguridad ante un mercado laboral incierto y un poco más de poder, eso supondría para su sector la renta básica universal pues “el empresario te aprieta cuando sabe que tú estás con unas necesidades económicas, pero con un ingreso incondicional, si tienes una entrevista inicial, vas con más seguridad diciendo: bueno vamos a ver qué condiciones y ya puedes escoger, ya no te tiras a lo que te pide el empresario sino que ya puedes negociar”.
 

Si de desprotección se trata, hay un sector que puede dar cátedra sobre el asunto. El único gremio que no se ve amparado por el estatuto general de los trabajadores. Organizadas por todo el territorio, las empleadas domésticas llevan años dando la batalla para tener los mismos derechos que los demás trabajadores, conscientes de que si no se unen, están perdidas. “Para nosotras una renta básica universal sería muy positiva, dado que en nuestro sector se juega mucho con la necesidad de la gente. No tendríamos que estar aceptando trabajos con unas jornadas interminables por el simple hecho de tener un mínimo ingreso, porque muchas veces son mínimos y miserables, acabas trabajando como interna seis días a la semana por 500€”, considera Dolores Jacinto, integrante de la Asociación Intercultural de Profesionales del Hogar y los Cuidados.
 

Una renta básica compensaría en cierto modo la ausencia de red, de respaldo económico familiar que enfrentan muchas trabajadoras domésticas migrantes. Una situación particularmente grave cuando se habla de madres solteras. En este caso, “sería muy bueno porque no tendrían que estar yendo a instituciones a mendigar caridad, que no es otra cosa, y que muchas veces se los hacen ver desde ese punto y de muy malas formas”. Para Jacinto, en relación con estas familias monomarentales, una renta básica universal también sería fundamental contra la pobreza infantil. Una renta básica que no se lea “como mendicidad, sino que sea un derecho”.
 

Según Save the Children uno de cada tres niños estaría en riesgo de pobreza. El informe AROPE ha advertido en diversas ocasiones de que tener hijos en España es un factor de riesgo para caer en la pobreza, y en el caso de las familias monomarentales este riesgo se pone más claramente de manifiesto: son tres de cada diez las familias monomarentales en riesgo. “Cuando el 82 % de las familias monoparentales están encabezadas por mujeres, en medio de esta crisis de la covid19, muchas se estén viendo obligadas a retirarse del mercado laboral, a perder oportunidades de promoción profesional o a no poder salir a buscar un trabajo digno”, advertían a finales de agosto, desde la Federación de Asociaciones de Madres Solteras (FAMS) en una nota en la que denunciaban los problemas de conciliación que se vislumbran y la ausencia de medidas por parte del estado.
 

“Entre las que peor están, muchas no han podido cobrar el Ingreso Mínimo Vital aunque pensábamos y se dijo que serían prioritarias, otras no lo cobrarán nunca porque no tienen papeles”. Carmen Flores es presidenta de la FAMS, una organización que alerta siempre de las dificultades que pasan las familias monomarentales, pero que en los últimos meses ha intensificado esfuerzos para denunciar lo que la pandemia y el confinamiento está suponiendo para muchas de estas madres que ya no pueden más, y para las que la renta básica universal, sostiene, sería un cambio profundo. Madres sin recursos que viven con mucho estrés e impotencia la vuelta al cole, pues no cuentan con dinero para los materiales y otros gastos, y a quienes la seguridad material de una renta básica daría tranquilidad. Pues, más allá de las que peor están, “muchas se quedan fuera del Ingreso Mínima Vital porque los umbrales son muy bajos. Pero sus ingresos siguen siendo insuficientes para mantener una familia”.
 

A Vázquez le preocupa hasta qué punto se tienen que gastar recursos estatales en ayudar a quien no lo necesita, y manifiesta su temor por que una medida así no vaya acompañada de “un plan para fortalecer los servicios públicos, la sanidad, la educación, la vivienda. Tengo el temor de que esa ayuda que se pudiera establecer, si no hay un control sobre los precios y la calidad de los servicios básicos, sea subsumida por los mismos que generan este contexto de desigualdad y precariedad”.
 

En este sentido, las intenciones de quienes promueven la campaña son claras, otra cuestión es cómo se materialice su premisa: “Un renta básica universal no sustituye al Estado del bienestar, sino que lo completa y transforma, haciéndolo pasar de un Estado del bienestar compensatorio a un Estado del bienestar emancipatorio”, defienden en el documento que explica la iniciativa.
 

MÁS ALLÁ DE LA LUCHA CONTRA LA POBREZA

Pero la renta básica es entendida como mucho más que una medida contra la pobreza: para García, en el caso de los migrantes y racializados permitiría avanzar en la lucha política y por el reconocimiento. “El hecho de que los migrantes y racializados tuviéramos mayor capacidad económica nos daría mayor peso en la sociedad y posibilidades de tener poder político, de presionar para que se avanzara en nuestros derechos”. Además, considera, la universalidad desactivaría el argumento de las derechas que señala a las personas migrantes como beneficiarias de “paguitas”. “Se rebajaría la tensión social que habría en los barrios precarizados, empobrecidos y daría alas a una mejor convivencia y a la posibilidad de hacer alianzas”. Y, en definitiva, esta universalidad ayudaría a entender a las personas migrantes como sujeto de derecho, cambiando así, quizás, la relación con el estado y la propia sociedad, y posibilitando que hijos e hijas de personas migrantes no heredasen el empobrecimiento de sus padres.
 

Para Carlos Arias, la renta básica persigue un cambio de sistema, del que la pobreza es solo un síntoma. “El sistema en sí tiene unas dinámicas estructurales que son de abuso de los recursos, acumulación del capital y por tanto una exclusión de la gente. Yo entiendo que la Renta Básica es un acceso universal a un mínimo de recursos que garantiza libertad, libertad de acción, garantiza que todas las personas tengan un mínimo de movilidad a la hora de hacer lo que quieran”.
 

Y lo que quiere este ingeniero informático no es dedicar toda su vida a trabajar para otros, a producir para consumir, mientras afuera el mundo se acerca al colapso. “Tenemos dos bandos: o vamos en el bando de destruir el planeta porque la economía es lo que manda o paramos y tiramos del freno y creamos un nuevo camino. Para mi la renta básica es imprescindible para crear este nuevo camino, y sin ella pensar cómo nos reorganizamos va a ser prácticamente imposible porque la gente no puede poner sus principios por encima de sus necesidades. Lo más importante de la renta básica es garantizar esa libertad a todas las personas, a todos los jóvenes que están parados porque tiene que encontrar un empleo con el que ganarse la vida y podrían estar dedicando su cabeza e inteligencia en solucionar problemas importantes para la humanidad”.
 

Los promotores de la iniciativa tienen un año para sumar fuerzas y llegar al millón de firmas. Después de eso, continuará el desafío para cambiar el modo de entender el acceso a los recursos económicos. Para Quintanilla “es un buen momento para reclamar nuevas formas de reparto de la riqueza diferentes del empleo. El covid es un gran susto. Los sustos son crueles, y este además es muy triste porque ha matado a muchas personas y empeorado la vida de la gran mayoría, pero los sustos también mueven lo inamovible, y son ocasiones para cambiar de rumbo”.
 

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/renta-basica/renta-basica-universal-camino-a-europa

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El día 25 de Septiembre de 2020 dará comienzo la ICE por la renta básica incondicional. En el plazo de un año deberemos recoger 1 millón de firmas digitales para presentar esta propuesta a la cámara de la Unión Europea.

 

Nuestro objetivo es establecer la introducción de ingresos básicos incondicionales en toda la UE que garanticen la existencia material de cada persona y la oportunidad de participar en la sociedad como parte de su política económica.

 

Mas info: https://es.eci-ubi.eu/

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En marcha por una renta básica incondicional europea https://www.rentabasicauniversal.es/2020/09/06/en-marcha-por-una-renta-basica-incondicional-europea/ Sun, 06 Sep 2020 22:41:17 +0000 https://www.rentabasicauniversal.es/?p=6737

 

Después de muchos meses de excesivo ruido y palabras altisonantes, el Ingreso Mínimo Vital (IMV) se ha ido dando estas últimas semanas de bruces con la realidad. Son ya legión, desde activistas y académicos, pasando por periodistas y miembros del mundo de la cultura las personas que han mostrado su opinión claramente contraria al desastre del IMV más de tres meses después de su puesta en funcionamiento. Cientos de miles de familias que un día creyeron que este nuevo derecho aprobado por el Gobierno del Reino de España les iba a proteger temporalmente de las turbulencias macroeconómicas y la crisis socioeconómica que ha golpeado todo el planeta, han sufrido en sus propias carnes las enormes trabas y dificultades que una renta mínima condicionada para pobres conlleva consigo.

 

Es cierto que cualquier sistema de protección social puede estar mejor o peor diseñado. Como también es cierto que hay diseños institucionales que tienen unos problemas… de concepción. Probablemente, un IMV mejor diseñado, cosa fácil dado el bajísimo nivel de calidad del actualmente existente, pudiera dar protección a muchas familias que ahora mismo están totalmente desprotegidas (de hecho, son muchas las aportaciones realizadas para mejorarlo y fueron desechadas en su gran mayoría). Sin embargo, ni aquéllos que tenían menos confianza en el IMV pudieron creer nunca que el fracaso iba a ser tan estrepitoso. Un fracaso que no es agradable para ninguna persona que defienda mínimamente la necesidad de erradicar la pobreza y de ofrecer una vida digna a todas las personas, pero que, indudablemente, nos reafirma en nuestra posición de que un programa de rentas mínimas condicionadas no es la herramienta que nos permitirá hacer frente a los retos que tenemos como sociedad si queremos afrontar en serio la pobreza con hechos y no con mera palabrería de cara a la galería.

 

Como hemos dicho en más de una ocasión, en Euskadi tenemos el ejemplo de una renta mínima más o menos competentemente diseñada (con su progresiva degradación). Una renta mínima que, tras 30 años de trayectoria y según los últimos datos disponibles, no consigue evitar que en Euskadi en la última década hayan aumentado un 64,9% los casos de personas en situación de pobreza grave (un incremento del 20,2% de las personas en situación de pobreza relativa), un 16% el número de personas en riesgo de pobreza y exclusión social, y que tiene como resultado que una de cada tres personas que está en riesgo de pobreza y exclusión social no acceda al sistema de renta de garantía de ingresos.

 

Pero encaremos los hechos. Resultados como éstos no sólo los encontramos por estos rincones del sur de Europa. En todos los sitios en los que están implantadas, las rentas mínimas condicionadas dejan a mucha gente atrás. En Europa, la tasa de no-aceptación (non take-up rate) de los programas de asistencia social condicionada, entre los que se encuentran las rentas mínimas, varía entre el 20% y el 60%. Es decir, entre el 20% y el 60% de las personas elegibles para acceder a un programa de asistencia social condicionada, por distintos motivos (falta de información, laberinto burocrático, estigmatización, rechazo de lo que puedan considerar caridad…), no lo hacen. Precisamente por datos como éstos, y tras analizar y estudiar las rentas mínimas más generosas y mejor diseñadas, son constatables los errores estructurales que toda renta mínima condicionada lleva implícitamente consigo. No es el menor de estos errores el que nunca conseguirán cumplir el objetivo de erradicar la pobreza. Aunque bien es cierto que el IMV no tenía este objetivo puesto que solamente pretendía acabar con el 20% de la pobreza en el Reino de España. De entrada, ya dejaba el 80% fuera.

 

Entonces, ¿cuál es, o debería ser, nuestra aspiración? ¿Tener un 30% de las personas en riesgo de pobreza y exclusión social fuera del sistema de protección? ¿Tener una tasa de pobreza por debajo del 15%? No nos resignamos y seguimos apostando por una mejora en las condiciones materiales de la mayoría social no estrictamente rica que, además, actúe como un seguro vital ante la inseguridad y la inestabilidad económica. Sin este seguro, sin esta garantía, la libertad está amenazada.

Para ello, más allá de la necesaria transición económica hacia una economía que ponga a las personas y al planeta en el centro, es necesario también realizar una transformación de nuestros sistemas de protección social y adecuarlos a las realidades del siglo XXI. No podemos seguir apostando por políticas del siglo XX que ya han demostrado todas sus limitaciones y que, en la mayoría de los casos, han tocado techo.

 

La pandemia de la COVID-19 está generando una crisis de grandes proporciones que está golpeando en un terreno ya muy maltratado por la anterior crisis del 2008 y por las políticas de austeridad desarrolladas por los gobiernos del PSOE y del PP. Unas políticas que nos dejaron contrarreformas laborales aún intactas y de las que se están pagando las consecuencias con un mercado laboral altamente precarizado y con unos índices de paro altísimo y, para vergüenza de cualquier gobernante, de desempleo juvenil que ya bate todos los records europeos: más de un 41,7%. Muy por encima de Grecia con un 37,5%. ¡La cifra más alta de la UE de los 27! Esto también es responsabilidad de las políticas económicas de los últimos años. Del PP, pero también del PSOE.

 

Recientemente también se ha publicado que tres de cada cuatro trabajadores en economía sumergida han perdido sus ingresos con la COVID-19 con lo que ello supone de inseguridad económica y vital.

 

Todo ello hay que sumarlo a una situación en la que las colas por la obtención de comida crecen en todas las ciudades y algunos bancos de alimentos ya han anunciado que no podrán continuar mucho más tiempo con esta situación.

 

En multitud de países, diversas instituciones, personas de la academia, intelectuales y activistas están empujando desde sectores muy dispares (cultural, LGTBI, trabajo social, movimientos sociales, sindicalistas…) para que esta adecuación de nuestro sistema de protección social se haga a través de la herramienta más eficaz tanto económica como técnicamente: una renta básica incondicional. Además, son ya numerosos los proyectos piloto que se han puesto en marcha en los últimos años en geografías y economías muy alejadas entre sí, lo que nos ha permitido observar y analizar la evidencia empírica que nos ha demostrado algunos de los beneficios que una renta básica comporta en las personas que la perciben: aumento del bienestar y la seguridad económica así como de la salud mental, mayor confianza en sí mismas, en las demás personas y en las instituciones y una mejora en la oferta laboral, por ejemplo.

 

La situación actual no nos advierte solamente de un problema de desigualdad creciente, de pobreza creciente, de paro creciente, de degradación de las condiciones materiales de existencia de la gran mayoría de la población no rica. Nos alerta de la amenaza a la libertad para la ciudadanía.

 

En medio de la pandemia y de abundantes debates sobre la renta básica, el 15 de abril de 2020, el Comité Ciudadano Europeo por una renta básica incondicional entregó a la Comisión Europea una propuesta de Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) para la implantación de una renta básica incondicional en toda la Unión Europea. Iniciativa que fue aprobada el 15 de mayo de 2020. ¿Qué significa esto? Que para que esta ICE sea debatida, y quién sabe si aprobada, en el Parlamento Europeo, a partir del 25 de septiembre de 2020 empieza la cuenta atrás para conseguir 1 millón de firmas en el periodo de un año. Esta recogida de firmas, que también se podrá hacer presencialmente, se realizará básicamente online y será una ocasión inmejorable para dar un empujón más al debate sobre la renta básica, ayudando a que éste se haga con rigor y fuera de la demagogia tan extendida de sus opositores.

 

Una renta básica implantada a nivel europeo sería un mecanismo redistributivo que, más allá de garantizar la existencia material de la ciudadanía, permitiría que todas las personas que aquí vivimos nos beneficiemos por igual de la riqueza generada gracias a la integración europea. Un mecanismo de solidaridad en forma de transferencias fiscales transnacionales necesarias para que la zona euro reduzca las asimetrías y desequilibrios económicos y sociales. Además, reduciría de manera significativa algunos de los factores para la migración dentro de la Unión Europea, evitando así el efecto negativo de la “fuga de cerebros” en determinados países, a la vez que ahondaría en una mayor legitimidad y apoyo ciudadano al resquebrajado proyecto europeo. Finalmente, y habiendo observado la evidencia empírica de los proyectos piloto, la renta básica posibilitaría que mejoraran considerablemente las condiciones materiales de la gran mayoría de ciudadanos y ciudadanas europeas, quienes tendrían derecho a unos ingresos incondicionales, sin obstáculos administrativos ni el riesgo de estigma social asociado a las rentas condicionadas. Condición para la libertad de toda la ciudadanía.

 

Autores:

Julen Bollain es economista, investigador en Renta Básica y miembro de la Red Renta Básica. @JulenBollain

 

Daniel Raventós es profesor de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Barcelona, miembro del Comité de Redacción de SinPermiso y presidente de la Red Renta Básica. Es miembro del comité científico de ATTAC. Sus últimos libros son, en colaboración con Jordi Arcarons y Lluís Torrens, “Renta Básica Incondicional. Una propuesta de financiación racional y justa” (Serbal, 2017) y, en colaboración con Julie Wark, “Against Charity” (Counterpunch, 2018).

 

Sergi Raventós es doctor en Sociología y Trabajador social de una Fundación de salud mental en Barcelona. Es miembro de la Junta de la Red Renta Básica.

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El día 25 de Septiembre de 2020 dará comienzo la ICE por la renta básica incondicional. En el plazo de un año deberemos recoger 1 millón de firmas digitales para presentar esta propuesta a la cámara de la Unión Europea.

 

Nuestro objetivo es establecer la introducción de ingresos básicos incondicionales en toda la UE que garanticen la existencia material de cada persona y la oportunidad de participar en la sociedad como parte de su política económica.

 

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Misión: Despertar y conectar https://www.rentabasicauniversal.es/2019/12/28/mision-despertar-y-conectar/ Sat, 28 Dec 2019 04:37:01 +0000 https://www.rentabasicauniversal.es/?p=6400
En unos meses dará comienzo la segunda recogida de firmas para que la Unión Europea recomiende introducir la Renta Básica Universal a los países miembros. Con este motivo surge la necesidad de activar voluntades.

 

Por ello hemos creado esta pequeña web, que muestra perfiles aleatorios de miembros de Renta Básica Incondicional – Grupo de trabajo España, y que nos va a permitir conectar entre nosotros mismos, dadas las limitaciones de la plataforma Facebook.

 

A continuación aparecen aleatoriamente 10 perfiles de algunos integrantes del grupo. Pincha sobre cada enlace, añádele como tu amigo y, una vez acepte tu solicitud, escríbele un mensaje. Puedes utilizar el mensaje de ejemplo.



 

 

Refresca esta página tantas veces como quieras, y aparecerán nuevos compañeros de los más de 2000 que hay en el grupo. Con cuantas más personas conectes más posibilidades tenemos de hacer fuerza para esta iniciativa que dará comienzo a principios del 2020!

 

Si todo sale como está previsto, en unas semanas tendremos un grupo de varios centenares de personas activas e intercomunicadas en España dispuestas a materializar la RBU en Europa… para empezar!

 

Utiliza la siguiente invitación para unirte al grupo de slack:
https://ice-rentabasica.slack.com/join/shared_invite/enQtOTA5NjY5MjQzMjAyLTU1MGUzM2U5MjJiMDY2MjFjZjQ2ZTExOWQ4OTM5ODYxZDBkMmRmM2YyOTA5MGYyNDVhYjBiMTg0YTc5YmYwYzA?fbclid=IwAR3C09u8o1-FAeXErOqDFVhyeUW8C3C2Ebt5SEYPPDzy_YFqoCzECretR5c

MENSAJE de EJEMPLO 

¡Hola! Te he mandado una solicitud de amistad porque estás en el grupo de renta básica universal de España. Quería informarte sobre la nueva iniciativa ciudadana europea que se está poniendo en marcha para recoger un millón de firmas que presentaremos en el Parlamento de la Unión Europea.

Si quieres participar utiliza la siguiente invitación para unirte al grupo de slack:

http://bit.ly/2ROQfpn

La primera misión que tenemos es contactar con otros compañeros igual que acabo de hacer yo contigo, mira este enlace:

https://www.rentabasicauniversal.es/2019/12/28/mision-despertar-y-conectar/

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